Luisa Cruz, es artista de storyboard, animadora e ilustradora de Colombia dedicada al desarrollo visual, diseño de personajes y pintura de fondos. Su arte personal se inspira en los cuentos de hadas, la cultura pop, el espacio y, especialmente, en los animales y la naturaleza. Charlamos con ella sobre cómo es su experiencia trabajando como artista gráfica.

Cuéntanos ¿Cómo inició tu carrera en el mundo de la animación?

Luisa: Desde muy jóven siempre supe que quería estudiar algo relacionado con el mundo de las artes visuales, así que cuando llegó el momento de elegir carrera me incliné por la Universidad Nacional de Colombia para la Licenciatura en Artes Plásticas, sin embargo siempre existe ese momento crítico en el que te preguntas a ti mismo, ¿A que me voy a dedicar realmente? Cuando esto me sucedió, inmediatamente pensé, “me gusta mucho la animación, pero no estoy segura de querer seguir ese camino”.

Buscando opciones, me encontré con una Maestría de la Escuela de Animación de Bristol en Reino Unido a la que decidí inscribirme, éramos alrededor de unas 20 personas en el grupo, pero yo era la única con un interés especial en la parte de historia.

Mis profesores se dieron cuenta de eso y me empujaron a que probará storyboard, desde el inicio yo sentí que mis resultados eran buenos y me gustó, pero mi problema más grande fue que me gustó bastante y en mi país los estudios no suelen tener ese grado de especialización. Así fue que para mí surgió una problemática particular de mi región, “si quieres emplearte como artista, necesitas saber hacer de todo”, especializarse en una sola área se convierte en una desventaja y lograr una contratación se vuelve complicado.

¿Cómo llegó tu primera oportunidad de trabajo?

Luisa: Al concluir la maestría comencé a buscar empleo aquí en Colombia, me puse a mover mi portfolio pero realmente me costaba mucho trabajo encontrar las ofertas de storyboard, así que comencé tomando un rol de animación y cada que me tocaba participar en un proyecto haciendo storyboard lo disfrutaba y daba mi mejor resultado.

Cuando tenía la oportunidad de aplicar más estudios, lo hacía, pero ya con el enfoque de solicitar sólo el rol del storyboard. Un estudio me contrató y colaboré con ellos a lo largo de todo un año, lo que generó que tuviera más proyectos para presentarlos en mi portfolio. Al cabo de unos meses sucedió que finalmente un estudio me llamó para un proyecto donde requerían específicamente a un especialista en storyboard.

¿Cómo es tu día a día dedicándote al storyboard?

Luisa: Los proyectos suelen venir de Norteamérica y algo divertido es que cuando te encuentras con formatos cortos, tienes la oportunidad de trabajar en una gran variedad de historias y temáticas, eso es algo muy interesante y muy importante para mi. Descubrir cómo el artista de storyboard va involucrándose y aprendiendo en diferentes proyectos, porque cada proyecto requiere cosas distintas y es un camino que va nutriéndose lentamente. Dedicarte a esto puede ser desafiante pero en definitiva vale mucho la pena. 

¿Cómo artista de storyboard, sueles sumarte a más de un proyecto a la vez?

Luisa: En ocasiones he hecho más de un proyecto a la vez, pero eso suele tener sus desafíos, y a veces sucede que los tiempos simplemente no se acomodan para esto. Es preferible descansar entre proyectos. Como artista de storyboard uno tiene que ser muy consciente de sus capacidades porque en el flujo de trabajo estamos al comienzo de la producción, eso nos implica ser muy precisos en los tiempos, de lo contrario podríamos retrasar a todo el equipo. Los cronogramas para animación son muy demandantes y un retraso en el departamento de storyboard podría impactar semanas de trabajo para los animadores.

¿Qué le recomendarías a los artistas jóvenes que buscan incursionar en el storyboard?

Luisa: Primero, la mala noticia. Debes empezar por hacer muchos storyboards y no se trata de enfocarse en lo estético. Muchas personas se enfocan en el exterior, cuando realmente lo más importante es el storytelling.  Puede que dibujes muy bien, pero debes ejercitar la secuencia y la claridad. Hoy en día es muy fácil encontrar muchos animatics en redes sociales, twitter por ejemplo, está plagado de videos, pero muchos evidencian que en efecto hay trabajo de artistas que “se ve bonito” pero que demuestran muchas carencias en su narrativa. Esto es super importante para los estudios y es algo que van a evaluar desde un inicio cuando busquen su nuevo personal.

Lo que recomiendo como un primer ejercicio es tomar una pequeña historia o una escena que ya conozcas y hacer la secuencia, dibujar thumbnails (pequeños cuadros) y hacerlo de forma rápida. Ser eficiente. Esto sirve mucho para ir perdiendo el miedo a la hoja en blanco.

Los artistas a nivel profesional debemos ser usuarios de las herramientas, pero si eres nuevo, es comprensible que no tengas acceso a ellas y eso no debe detenerte. Para comenzar lo único que vas a necesitar es lápiz, papel y practicar cómo contar una historia de forma clara.

Actualmente eres embajadora de Toon Boom, ¿Cómo sucedió esto?

Luisa: ¡Claro! Se trata de un beneficio abierto para toda la comunidad, cada año, Toon Boom lanza una convocatoria donde se seleccionan a 50 embajadores que se destaquen en uso Toon Boom Harmony o Storyboard Pro. Este programa está destinado a los artistas, ya sean animadores profesionales, freelancers, educadores o aficionados. 

Esta es la segunda ocasión que formó parte de este programa y es algo que recomendaría ampliamente ya que tu trabajo gana mucha visibilidad y es reconocido por otros colegas. Además de que tienes acceso a las herramientas durante todo el año, lo cual es un apoyo magnífico.

Muchas gracias por compartirnos tus consejos, para finalizar nos podrías mencionar ¿Cuál es la parte que más disfrutas de tu trabajo?

Luisa: Creo que una de las recompensas más grandes es poder ver el producto final. Saber que puedes aportar a la construcción de una historia y recordar todo el camino y el trabajo en equipo. ¡Aprender y ver crecer a otros creativos es lo más alentador!